El fenómeno de los okupas ha generado muchas controversias en los últimos tiempos debido a los problemas que genera. La normativa que regula la situación de los okupas es muy general y hay muchos aspectos que no quedan adecuadamente recogidos. Por lo que resulta obvio que, a la hora de tratar con ellos, nos preguntemos qué dice la ley sobre los okupas.

De hecho, muchas de las formas de actuar ante okupas están basadas más en la jurisprudencia que en la propia normativa, porque hay ciertos vacíos legales. Los movimientos desokupas tratan de buscar las formas legales de lograr que estos inquilinos indeseados abandonen una propiedad.

Principales aspectos a tener en cuenta

Cuando se trata de luchar contra los okupas es importante conocer cómo funciona la ley y lo que se establece porque estos usuarios saben muy bien cómo hacer para evitar ser expulsado y alargar los procesos.

El código civil regula la ocupación como un acto irregular y que está castigado con multas y penas de prisión. Sin embargo, hay lugar para muchas interpretaciones de la normativa.

Hay aspectos que no están debidamente recogidos en la normativa y que son aprovechados por los okupas para realizar sus ocupaciones con éxito. Algunos de estos aspectos son los siguientes.

Planificación y medidas preventivas

Los movimientos desokupas avisan en muchas ocasiones de cuál es el modus operandi de estos okupas y como identificarlos adecuadamente. Cuando tiene lugar una ocupación suele ser planificada con anterioridad.

Los okupas suelen informarse sobre las viviendas y seleccionan aquellas que saben que no son primera residencia de nadie. Suele ser habitual que ocupen viviendas que pertenecen a bancos.

Una vez dentro suelen cambiar la cerradura o incluso reemplazar la puerta. De esta forma, evitan que los dueños puedan acceder. Además, suelen guardar los objetos de valor en algún lugar seguro para evitar ser acusados de robo.

Anonimato

Para los okupas el anonimato es muy importante, debido a que si evitan ser reconocidos y vistos será más difícil que alguien los pueda denunciar. Por eso, suelen mantenerse en al anonimato y ocultan su rostro.

Alta en servicios en la vivienda

Algo que irá en contra de los propietarios de las viviendas okupadas será el hecho de que en las primeras horas los okupas den de alta algún servicio a su nombre en la vivienda o que cambien la cerradura.

Esto hará mucho más difícil el proceso de poder expulsar a los okupas, ya que son factores que alargan el proceso y dificultan demostrar que ha habido ocupación.

Ante estas posibles situaciones que se darán en los procesos de ocupación, la mejor forma de actuar es tratar de expulsar a los okupas en las primeras 48 horas. Si se detecta la ocupación en ese plazo será posible que la policía acuda a la vivienda a desalojarlos.

En cualquier caso, es recomendable que se ponga una denuncia para que se pueda iniciar todo el proceso de desocupación. Puedes hacer una denuncia penal o una denuncia civil.

La denuncia civil implica un desahucio por precario y la denuncia penal supone una denuncia por usurpación. En la demanda civil hay que acreditar la titularidad de la vivienda y una vez se celebra el juicio se procede a la desocupación.

Sin embargo, son procesos que pueden durar meses e incluso años.

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